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capa do ebook Las mujeres en la ruralidad de las comunidades originarias de 25 de Mayo, San Juan, Argentina

Las mujeres en la ruralidad de las comunidades originarias de 25 de Mayo, San Juan, Argentina

El género constituye una categoría social contemporánea que ofrece contribuciones significativas a la teoría social actual para: “explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la noción de multiplicidad de identidades” (Gamboa, S.: 2008). La incorporación de los estudios de género en las ciencias sociales surge como resultado de las luchas por el reconocimiento de los derechos de las mujeres, iniciado alrededor de la década del ‘70 impulsado por los movimientos feministas. Si bien es cierto, la necesaria y trascendente participación de la mujer en la agricultura familiar (AF), las políticas públicas destinadas al sector no siempre se han dirigido a beneficiar y reconocer el papel protagónico de la mujer en la AF, tanto en su papel de jefas de AF en actividades remunerativas, como en su papel de complemento y cuidados de la familia en actividades no remunerativas, pero contributivas al mantenimiento y desarrollo de la familia, como unidad productiva, pero también como unidad social y cultural. Mina Mandar-Iraní y otras (2014: 102) reconocen que: “La agricultura familiar es, sin duda, la cuna de la mayoría de las mujeres rurales, y ellas perpetúan su historia y su cultura. En todos los países de la región, las mujeres contribuyen con su trabajo a la producción de alimentos, a la generación de bienestar, riqueza y desarrollo, y también a la conservación y resguardo del medioambiente”. Chiape, Marta B. (2005:30) señala que las mujeres indígenas en su mayoría “(…) se insertan en contextos de precariedad, falta de planificación y ausencia de políticas de desarrollo humano. Las mujeres jóvenes que migran a las ciudades, ingresan de manera casi automática al servicio doméstico, dada la poca o nula capacitación laboral que poseen y la baja escolaridad. Las mujeres indígenas que permanecen en las áreas rurales sufren de la doble discriminación de género y raza.” Las cuatro comunidades originarias residen en la localidad de Encón, del departamento 25 de Mayo, poseen personería jurídica impartida por el INAI. Son: Huarpe Sawa, Talquenca, Clara Rosa Guaquinchay y Pinkanta

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Las mujeres en la ruralidad de las comunidades originarias de 25 de Mayo, San Juan, Argentina

  • DOI: 10.37572/EdArt_2172811209

  • Palavras-chave: pueblos originarios, agricultura familiar, género, estructura agraria

  • Keywords: pueblos originarios, agricultura familiar, género, estructura agraria

  • Abstract:

    El género constituye una categoría social contemporánea que ofrece contribuciones significativas a la teoría social actual para: “explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la noción de multiplicidad de identidades” (Gamboa, S.: 2008). La incorporación de los estudios de género en las ciencias sociales surge como resultado de las luchas por el reconocimiento de los derechos de las mujeres, iniciado alrededor de la década del ‘70 impulsado por los movimientos feministas. Si bien es cierto, la necesaria y trascendente participación de la mujer en la agricultura familiar (AF), las políticas públicas destinadas al sector no siempre se han dirigido a beneficiar y reconocer el papel protagónico de la mujer en la AF, tanto en su papel de jefas de AF en actividades remunerativas, como en su papel de complemento y cuidados de la familia en actividades no remunerativas, pero contributivas al mantenimiento y desarrollo de la familia, como unidad productiva, pero también como unidad social y cultural. Mina Mandar-Iraní y otras (2014: 102) reconocen que: “La agricultura familiar es, sin duda, la cuna de la mayoría de las mujeres rurales, y ellas perpetúan su historia y su cultura. En todos los países de la región, las mujeres contribuyen con su trabajo a la producción de alimentos, a la generación de bienestar, riqueza y desarrollo, y también a la conservación y resguardo del medioambiente”. Chiape, Marta B. (2005:30) señala que las mujeres indígenas en su mayoría “(…) se insertan en contextos de precariedad, falta de planificación y ausencia de políticas de desarrollo humano. Las mujeres jóvenes que migran a las ciudades, ingresan de manera casi automática al servicio doméstico, dada la poca o nula capacitación laboral que poseen y la baja escolaridad. Las mujeres indígenas que permanecen en las áreas rurales sufren de la doble discriminación de género y raza.” Las cuatro comunidades originarias residen en la localidad de Encón, del departamento 25 de Mayo, poseen personería jurídica impartida por el INAI. Son: Huarpe Sawa, Talquenca, Clara Rosa Guaquinchay y Pinkanta

  • Número de páginas: 10

  • GABRIELA TOMSIG