RASGOS FAMILIARES Y BIENESTAR FINANCIERO EN LOS HOGARES DE MACHALA
El bienestar financiero es una medida subjetiva que evalúa cómo impacta en la calidad de vida el manejo del dinero a partir del conocimiento financiero que tiene cada individuo. Entre 2015 y 2023, en Ecuador, el gasto de consumo creció en 11% en un contexto donde los ingresos laborales, el empleo adecuado se reducía y el crédito de consumo se expandía en 107%, mostrando un aumento del endeudamiento junto a una falta de educación financiera. Se encontró en la literatura que el bienestar financiero no depende sólo de los ingresos sino de factores psicológicos y sociales como la educación financiera y la influencia familiar en la toma de decisiones económicas. Para analizar esta relación, se empleó un modelo LOGIT que reveló que variables como la edad, ingreso y nivel educativo influyen en el grado de conocimiento financiero de los individuos. Se encontró que una mayor educación y estabilidad financiera aumenta la probabilidad de tomar decisiones económicas informadas. Frente a este panorama, se recomienda fortalecer la educación financiera desde etapas tempranas, mediante la inclusión de programas escolares y campañas de concienciación que promueven mejores hábitos financieros y reduciendo la vulnerabilidad económica de los hogares.
RASGOS FAMILIARES Y BIENESTAR FINANCIERO EN LOS HOGARES DE MACHALA
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DOI: 10.37572/EdArt_1607255741
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Palavras-chave: Bienestar financiero, Educación Financiera, Conocimiento Financiero
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Keywords: Financial well-being, Financial education, Financial knowledge
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Abstract:
Financial well-being is a subjective measure that assesses how money management impacts quality of life based on an individual’s financial knowledge. Between 2015 and 2023, in Ecuador, household consumption expenditure grew by 11% in a context where labor income and adequate employment declined, while consumer credit expanded by 107%, indicating an increase in indebtedness alongside a lack of financial education. The literature suggests that financial well-being depends not only on income but also on psychological and social factors, such as financial education and family influence in economic decision-making. A LOGIT model was used to analyze this relationship, revealing that age, income, and educational level influence individuals’ degree of financial knowledge. The findings indicate that higher education and financial stability increase the likelihood of making informed economic decisions. Given this scenario, it is recommended to strengthen financial education from an early age by incorporating school programs and awareness campaigns that promote better financial habits and reduce the economic vulnerability of households.
- Juan López Vera
- Gabriela Ruiz-Rivas